lunes, 15 de marzo de 2010

El viaje del Beagle


¨Determinante para mi carrera, el viaje del Beagle fue con creces el acontecimiento más importante de mi vida¨ escribe Darwin en su Autobiografía.
En 1839, se publica el diario, reeditado y corregido en varias ocasiones: ¨El viaje de un naturalista alrededor del mundo¨. Durante cuatro años y nueve meses, Darwin experimenta una maduración científica fuera de lo común.
A su regreso a Inglaterra, se ha hecho famoso por la calidad y la riqueza del material recolectado y expedido, por la precisión y la pertinencia de sus observaciones, de las que había venido dando cuenta por cartas a sus amigos, sobre todo a Henslow, quien se forzó a divulgar sus enseñanzas.
En cada escala del Beagle , Darwin se adentra en el país, atraviesa las llanuras desoladas, escala las montañas, salva los ríos y explora los bosques. Allí donde va, copia material faunístico (ves, insectos, reptiles, peces, mamíferos, animales salvajes, domésticos). Observa sus hábitos, los describe, los identifica, los compara con especies similares y se fija en su distribución geográfica.
Selecciona las muestras, las cataloga, las diseca y anota datos de interés. Estas especies descritas con esmero se cuentan por centenas en Viaje de un naturalista .

Algunos hallazgos son excepcionales. En Punta Alta, Brasil, descubre un osario de mamíferos terrestres fósiles gigantescos(nueve ejemplares de cuadrúpedos y numerosos fragmentos, entre ellos, partes de tres cráneos y huesos de Megatherium, cuyo ¨nombre indica varias dimensiones¨; huesos de Megalonyx; un esqueleto casi perfecto de Scelidotherium, Mylodon darwinii de un género muy próximo, aunque de dimensiones menores; y el Toxodon

Los relatos de Darwin no son simples descripciones pasivas: las diferencias y las semejanzas entre especies, interpretadas a la luz de su distribución geográfica, plantean preguntas a las que las ideas clásicas sobre la creación del mundo no ofrecen respuestas satisfactorias.
Así, Darwin pasó de tener ideas creacionistas a plantearse una serie de cuestiones no resueltas que reclaman, incluso antes que una solución correcta, una formulación pertinente.

Durante en viaje se interesa sobre todo en lo concerniente a la geología: lleva consigo el primer volúmen, regalo de FitzRoy, de los Principios de Geología, Ilustraciones de esta ciencia tomadas de los cambios modernos que han experimentado la Tierra y sus habitantes, que acaba de publicar Charles Lyel. En 1832, consigue en Montevideo el segundo volúmen, y en las islas Maldivas, el tercero.

Por lo que respecta a la gradualidad del fenómeno, Darwin no alimenta ninguna duda.
En El viaje de un naturalista, apunta que pocos países han conocido mutaciones tan profundas como el continente sudamericano desde 1535.
Idéntico fenómeno se repite en Australia: ¨Años atrás, abundaban en este paín animales de caza mayor, pero ahora hay que alejarse mucho para encontrar un emú y escasea el canguro; ambos han sufrido estragos ante la presencia del lebrel inglés. Es posible que transcurra aún mucho tiempo antes de que sean exterminados, pero su desaparición es inevitable¨.
Si, tras la introducción de nuevas especies por el hombre, se observa en un principio la disminución gradual y después, la extinción de las especies existentes, entonces ¨admitir que las especies se hacen raras antes de desaparecer, no sorprenderse de que una especie escasee más que otra y, a pesar de todo, recurrir a un agente extraordianrio y maravillarse cuando una especie deja de existir, es exactamente como admitir que, en el hombre, la enfermedad es el preludio de la muerte y no extrañarse de la enfermedad; y, en cambio, cuando éste falleciera, sorprenderse profundamente y llegar a creer que ha muerto de forma violenta¨
En este punto, Darwin rechaza el catastrofismo y acepta el gradualismo.

Cada vez que desembarca, estudia la estratigrafía de las rocas y las características del suelo; relaciona etre sí la sucesión de los organismos y las rocas que los contienen.

Las observaciones y reflexiones geológicas empujan a Darwin a establecer correlaciones entre la actividad volcánica y las cadenas montañosas, entre las islas volcánicas y los márgenes de las costas continentales; y por supuesto, le llevan a preguntarse sobre la aparición de grupos de organismos en los estratos geológicos.
A esto hemos de añadirle que tuvo la suerte de observar la erupción del volcán Osorno, en terremoto de Concepción del 20 de febrero de 1835 y los maremotos.

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